miércoles, 24 de junio de 2009

Algunas opiniones sobre la experiencia de la mochila viajera


Esta experiencia se lleva a cabo todos los años con segundo de Primaria. El protagonista es el propio alumnado, quien elige libros para cada uno de los miembros de su familia, según cree que son sus gustos, y por supuesto otro para sí mismo. Aquí van algunas respuestas de entre las muchas aportadas por mayores y por los que no lo son tanto, pero van camino de ello. Lamento no ponerlas todas, pero prometo seguir adornando el blog con más aportaciones. ¡Que sigáis leyendo, y si es en familia mejor!

"Los libros eran interesantes y divertidos. Hemos leído un poquito, pero ha sido una experiencia bonita"
"La verdad es que hacía mucho que no leíamos y nos ha venido muy bien. Pensábamos que no teníamos tiempo, pero todo es ponerse y comprobar que no leemos porque no queremos. Muchas gracias"
"Mi cuento me ha gustado. No me lo he leído entero porque estaba leyendo otro. Otro día lo leeré"
"Nos hizo mucha ilusión cuando Mikel nos sentó en el sofá y nos entregó los libros, cada libro a su persona, y nos animó a leerlos "enteros". Una idea genial que debe seguir adelante"
"Cuando Pedro salió del cole con la mochila tenía una sonrisa de oreja a oreja y nos explicó que teníamos que leer los libros. La verdad es que este pequeño esfuerzo cada día al final nos ha hecho mucha ilusión, sobre todo a Pedro. Muchas gracias"
"Gauza bi behintzat ikasi ditut:
1. Alabak badakiela zer gustatzen zaidan ("Ama, zuri gustatzen zaizkizunetako bat topatzen ahalegindu naiz, baina ez zegoen")
2. Nik inoiz ere aukeratuko ez nukeenean ere badaudela perlak (Noah Sealthen biografia...)
"Nire liburua Zomorroak deitzen da. Oso polita da ze zomorroen istorioa kontatzen du. Hamar personaje agertzen dira"
"Muy interesante la lectura en familia. Cualquier cosa que nos ayude a evadirnos de la rutina diaria se agradece"
"Nos hubiese gustado quedarnos más tiempo con los libros para poder aprender más, pero de todas maneras fue interesante y nos gustaría volver a repetir"
"Es una experiencia muy agradable, la familia unida en torno a la lectura. Intentaremos repetirlo más a menudo"

lunes, 22 de junio de 2009

viernes, 19 de junio de 2009

El 12 de junio en Sukarrieta


Si el mejor amigo del hombre es el perro y el perro es un animal, el 12 de junio, con un día de naturaleza espléndido, buen tiempo, paisajes idílicos, playas inmensas y el humor de infantil contagiado, nos adentramos en nuestra Bizkaia maitia hasta aterrizar en Sukarrieta haciendo una visita a nuestros amigos los animales: pollos, gallinas, conejos, cabras, ovejas, caballos y hasta un burro, quien con un rebuzno prolongado nos saludó y despidió. Luego degustamos la comida de las amatxus bajo la fresca sombra de un tilo, montamos en los columpios, disfrutamos de los amigos y cansados pero contentos subimos al autobús que nos llevó de vuelta al cole con muchas sensaciones buenas que compartimos en familia.

El cinco de junio visitamos Balmaseda

jueves, 11 de junio de 2009

El valor de educar

Dice el profesor José Antonio Marina, a quien tuve el placer de escuchar ayer en el Forum Deusto, que hablar de educación es hablar de algo práctico, porque su función es aprender y que cuantos más temas a resolver se planteen al educando más capacidad de inteligencia necesitará para solucionarlos. La educación supone una capacidad práctica noble, grande y difícil para quienes nos dedicamos a ella y el rasgo profesional que debe caracterizarnos es el del optimismo, sobre todo si se es docente y padre, porque siempre hay algo que se puede enseñar y algo que puedo enseñar.

De todos modos, se cuestiona que si después de haber miles de docentes, existir otras tantas instituciones educativas y llevarse el sistema educativo el 5% del PIB hay tanto fracaso es porque algo no se está haciendo bien. Y es que antes sólo se veía el aspecto cognitivo mientras que ahora nos fijamos en cómo el niño se implanta en la sociedad, desarrolla su conducta y vive en un contexto.

Para hacer frente a la educación se necesita inteligencia, como facultad individual que se desarrolla en un entorno social que la estimula o la bloquea. El problema estriba en que hoy en día muchas parejas no se entiendan y que los centros educativos funcionen. Los centros tienen como objetivo la instrucción y para ello han de formar el carácter para hacer alumnos libres, competentes y moralmente buenos, con la colaboración de proyectos éticos que les conduzca a ser felices.

Hemos de tener en cuenta que hay tres tipos de personalidad: la recibida o hereditaria, que nos presenta como diferentes y que hay que ajustar en la escuela; la aprendida, ese conjunto de hábitos aprendidos que tardan en adquirirse y forman un modo estable de vida y la elegida, que supone un proyecto de vida.

Para desarrollar los tres tipos de hábitos existentes: intelectuales, afectivos y morales, interviene la educación por medio de la adquisición de recursos, para lo que habrá que poner al alumnado en contacto con buenos valores a la vez que dirigir sus sentimientos.

Dos son las funciones de la educación: aprender a ser libres, porque el ser humano no nace libre y la permisividad ha contaminado la escuela. Decía Kant que la libertad se aprende obdeciendo primero, y aprender a controlar la voluntad, por lo que se siente o por lo que se siente que es bueno. Pero la voluntad requiere de cuatro destrezas: inhibir el impulso para saber deliberar, deliberar para buscar alternativas, decidir por sí mismo y soportar el esfuerzo, y hoy intoxicamos a los niños de comodidad.

Para fomentar esos hábitos intelectuales, afectivos y morales se requiere una buena representación de la realidad, donde no se hayan metido creencias preestablecidas, aprender un tono afectivo enseñando a los niños a enfrentarse a sus hechos; desarrollar las habilidades cognitivas, aprender a usar la libertad, para ser responsables, la dignidad, para pasar de animales listos a personas dignas, con valores y sentido de la justicia y por último hacer proyectos y resolverlos con las virtudes de la acción: tenacidad, espíritu crítico y capacidad inventiva.

Y todo lo hacemos porque queremos ser felices, una felcidad como armoniosa satisfacción de tres necesidades: pasarlo bien, relacionarnos con los demás y tener necesidad de hacer algo que valga la pena sintiendo que progresamos.