jueves, 10 de junio de 2010

Las mochilas viajeras se toman un descanso


Las dos mochilas acaban de regresar de su habitual viaje por todos los hogares del alumnado de segundo de Primaria, como todos los años. Sin ubicarse todavía en su lugar habitual, donde pasar el verano, al contrario que la mayoría, ¿será que los gustos por los viajes y por la lectura van en proporción inversa?,en su retiro bibliotecario, nos han traído con los libros de ida y vuelta los comentarios de las veintinueve familias que han visitado. Reconocen que las han tratado muy bien, que han visto alegría, lectura conjunta y a veces esfuerzo por dar ejemplo a quienes empiezan a soltarse en ese apasionante mundo de la interpretación de signos y letras. Nos han dejado perlas, tantas que sería imposible plasmarlas todas. Agradecemos en nombre de la lectura la acogida y las aportaciones vertidas en los cuadernillos y en nombre de todas adjuntamos las razones que esgrime una madre para leer.
"No podría estar más de acuerdo con el libro que me ha tocado: ¡Hay que leer!, ¡hay que leer!...
Para aprender, para sacar adelante nuestros estudios, para informarnos, para saber de dónde venimos, pasar saber quiénes somos, para conocer mejor a los demás, para saber adónde vamos, para conservar la memoria del pasado, para iluminar nuestro presente, para aprovechar las experiencias anteriores, para no repetir los errores de nuestros antepasados, para ganar tiempo, para evadirnos, para buscar un sentido a la vida, para comprender los fundamentos de nuestra civilización, para satisfacer nuestra curiosidad, para distraernos, para cultivarnos, para comunicar, para estimular nuestro espíritu crítico... Y yo añado: Para dar ejemplo".
Las mochilas aún conservan hinchado su contenido pese a estar vacías, ¿será que están henchidas de gozo?

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