martes, 25 de febrero de 2014

Nick Vujicic, el triunfo de la voluntad

En muchas ocasiones vemos a nuestros alumnos desmotivados, apáticos, sin ilusión ninguna por aprender, sin ganas de esforzarse, queriendo vivir en un mundo entre algodones en el que todo se lo den hecho. Vivimos tiempos difíciles, pero son cíclicos, porque se han sufrido épocas peores y se ha salido de ellas. Lo que no se puede conseguir de mayor es un hábito de estudio sin haberlo adquirido desde pequeños. No podremos ser felices si no nos ganamos la meta a la que queremos llegar, porque nadie nos va a regalar nunca nada ni todo va a ser tan de color de rosa como en la infancia, cuando nuestros padres nos lo dan todo sin exigirnos y los profesores proporcionan unos contenidos mascados. Si como consecuencia de todo esto sólo nos encontramos con hijos caprichosos y desagradecidos, protestones, tiranos, exigentes, malhumorados y alumnos desagradables, carentes de sentido ético, centrados en vigilar y censurar a los demás sin exigirse nada a sí mismos, todos habremos fracasado: los padres porque queriendo agradar non han educado, los profesores porque no exigiendo tampoco han instruido y la sociedad porque poniendo veto a cuanto suponga firmeza en la formación heredará gente sin moral, sin conocimientos ni valores éticos; tipos que sólo pensarán en divertirse por aquello de que querrán hacer sólo lo que les guste. Y cuando se harten hasta de eso, ¿qué les quedará?, ¿para qué servirán?, ¿quién los socorrerá si ellos despreciaron a todos? Sin embargo hay modelos de vida con los que estimularnos si sabemos entender lo que quieren decir. Nick Vujicic es uno de ellos. Afectado de tetramelia nació sin brazos ni piernas y sin embargo se gana la vida animando a los demás a superarse, como lo ha hecho él. Tomémosle de ejemplo, analicemos nuestras vidas, busquemos una meta y luchemos por conseguirla.

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